Historias

DESAFIANDO ESTEREOTIPOS

Por: Gema Hernández y Carla Suarez

    gestion@360periodismo.com 

Mireia Belmonte, Serena Williams, Laia Sanz, Carolina Marín, OnaCarbone- ll, Ronda Rousey, Eli Pinedo, Alex Morgan, Jennifer Pareja, Nadia Comăneci, Ruth Beitia… Históricamente, el deporte ha sido uno de los ámbitos más vetados a la mujer, y quizás por eso sea tan importante su empoderamiento.

En las Olimpiadas de Barcelona 1992las mujeres solo representaban el 25%. De hecho, 34 equipos nacionales se permitieron competir sin ninguna mujer entre sus filas.En Atenas 2004 y Pekín 2008, la participación femenina ascendía hasta el 42%, aunque 11 y 8 países, respectivamente, seguían vetando la entrada a la mujer.

Ya en Londres 2012 se batía un nuevo récord: de 10.929 deportistas, las mujeres constituían el 45%. Es más, por primera vez en la historia todos los países partici- pantes contaban, al menos, con una mujer en sus equipos, incluyendo Arabia Saudí, Catar y Brunei.

 

La mujer es sujeto de una noticia deportiva en el 5,11 por ciento de los casos

 

“El deporte es una poderosa baza para el empoderamiento de la mujer. Desafían los estereotipos femeninos tradicionales, se consolidan como referentes y rompen con esas barreras que impiden el acceso de otras mujeres”, explica Laura Castro, directora de la Asociación Por el Deporte Femenino (APDF).

Aún así, el deporte femenino parece continuar estancado en un permanente fuera de juego.Y todos sus logros y propósitos siguen tropezando contra el mutismo de los medios de comunicación, tanto públicos como privados.

 

Protagonistas solo en el 5 por ciento de las noticias

Una reciente investigación de Clara Sainz de Baranda, profesora de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid, y que analiza la prensa deportiva impresa, revelaba que la mujer solo es sujeto de noticia en un 5,11% de los casos. De cuales, en un 2,18% lo hace sola y en un 2,93%, escoltada por una figura masculina.

Pero lo más alarmante no es que los hombres registren un protagonismo del 92%, sino que se observe un retroceso en las informaciones vinculadas al deporte femenino en las últimas décadas: enMar- ca, la mujer ha pasado de representar el 5,6% del espacio informativo en 1979, al 4,22%en2010.Y si se mira lo que sucede en As, otro de los diarios de mayor tirada en España, se muestra los recortes devisibilización aún más notables: del 7,72% al 4,45%.

Los medios de comunicación conti- núan justificando este vacío informativo enlaausenciadelogrosfemeninosyenla falta de interés por la parte de las audien- cias. Y es extraño porque España abandonaba Londres 2012 y Río 2016 con 17 medallas. Once y nueve, respectivamente, eran conquistadas por mujeres

Fuente: Clara Saintz de Barranda (2014) / Gema González

 

Asimismo, si releemos la larga lista de nombres que encabezan este reportaje (Mireia Belmonte, Carolina Marín, Ruth Beitia…) y recordamos sus hazañas (campeonas olímpicas, del mundo, de Europa…) el argumento se cae.

“El triunfo de una mujer vale menos que el triunfo de un hombre, ese es el mensaje que los medios de comunicación están transmitiendo a la sociedad. Perpetúan y normalizan estas desigualdades”, recalcaba Sainz de Baranda.

 

Desinterés por el deporte femenino

En cuanto a la posible falta de interés del público, Sainz de Baranda se muestra rotunda: “Es extraño que en un país como España, con más de 700.000 mujeres federadas (además de las que practican de- porte fuera de las federaciones) no interese el deporte practicado por mujeres”. Más aún, si tenemos que en cuenta que, por ejemplo, la última jornada de la Liga de fútbol femenino en Canarias presentó unas audiencias medias de 300.000 espectadores.

El deporte femenino está experimentando, en los últimos tiempos, una clara evolución, aunque aún le falta mucho impulso para terminar el largo recorrido queda por hacer.

La ausencia de los logros de las deportistas en los medios de comunicación es una clara muestra de ello. Según una investigación de GMMP (The Global Media Monitoring Project), en España la presencia de las mujeres en la comunicación es de un 6% frente al 94% de la aparición de los hombres, lo que hace más evidente la hegemonía del deporte masculino.

 Selene Melián, periodista de Radio Marca cree que el principal factor por el que se produce esto es debido a la falta de apoyo. “Es incomprensible que las insti- tuciones no inviertan cantidades econó- micas similares a unos que a otros. El deporte sigue siendo sexista, a partir de ahí comienza el problema. Eso repercute en el escaso interés de la sociedad y, por tanto, de los medios de comunicación”.

 

El triunfo de una mujer vale menos que el triunfo de un hombre. Es el mensaje que los medios de comunicación están transmitiendo a la sociedad. Clara. Sainz de Baranda. Profesora del departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III.

 

Los medios son el reflejo de la socie- dad que sigue viviendo bajo la influencia del patriarcado y así lo demuestran en gran medida en sus noticias, reportajes y crónicas. Fueron numerosas las publicaciones que vieron la luz, durante los juegos olímpicos de Río de Janeiro, por ejemplo, con titulares como “De buenorras internacionales a atletas olímpicamente atractivas” o “las muñecas suecas”.

Esta actitud es sentenciada por Manoj Daswani, jefe de deportes de Radio Club Tenerife, que asegura que “los tratamien- tos sexistas son absolutamente reprobables”.

Por otra parte, a pesar de que se presume de vivir en una etapa de avances en la conciencia sobre el machismo, cuando se analiza la cantidad de mujeres periodistas deportivas que estén ejerciendo como tal, nos damos cuenta de que el porcentaje es inferior al de los hombres.

Daswani asegura que lo que más le molesta es que “a las mujeres se les valore por el físico, algo que no ocurre con los hombres. Así, todavía es habitual que algunos espacios televisivos apuesten por determinados estereotipos”. Al mismo tiempo, la periodista de Radio Marca habló a cerca del debate existente en el que se plantea si se contrata a una mujer por su físico para vender más, o si lo hacen porque controla la materia.

 

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