Vidas Precarias

El periodismo vive momentos de incertidumbre que poco tiene que ver con una profesión que reclama su papel de garante del derecho fundamental a la información. La percepción de que está en crisis es falsa y apunta a la dirección equivocada. Hay una crisis, sin duda, pero es una crisis del modelo de negocio, de aquellos que solo miran la cuenta de resultados como único objetivo en un carrera con otros fines. Solo así se puede entender los palos de ciego que muchos dan por captar clientes, cuando olvidan que su objetivo es captar ciudadanos.

La política y la economía, donde se juegan las grandes batallas informativas, han dado el salto del contenido de las noticias y reportajes a los consejos de administración de los medios. Política y economía se visualizan hoy en la publicidad y propaganda que acapara el hueco de muchos medios.

Una mirada a la información deparará a los lectores la triste sorpresa de que viene impulsada por gabinetes o, peor aún, fabricada ya con su envoltorio final. Son percepciones acertadas que en las teorías que estudian la comunicación tienen el nombre de agenda setting, la espiral del silencio, gatekeepers… En otras palabras: temas, fuentes y enfoques que tienen su hueco garantizado y, colateralmente, desplazan otros temas, fuentes y enfoques que reflejan una realidad muy distinta.

Los periodistas, en esta dinámica, se ven forzados a mirar al frente, donde están esos protagonistas que es imposible mover de la foto. Y el lector medio, sin conocer la intrahistoria de esa información, asimila que esa es la realidad.

Pero el periodismo es un derecho fundamental, y por eso es urgente girar la cabeza. Mirar a los lados y empezar a caminar hasta abarcar todo el horizonte. Se trata de observar alrededor y girar todo lo que haga falta para ver lo que ocultan a nuestras espaldas. Una mirada de 360 grados a una realidad que jamás se abarcará en su totalidad, pero que, desde luego, merece un hueco en nuestras páginas.

Esta revista no se enfoca en la actualidad inmediata. Ya lo hacen muchos medios con aciertos y errores que el lector deberá valorar. Esos medios son necesarios para que el día a día llegue a los ciudadanos como información y no como publicidad y propaganda. Pero nuestra revista no tiene la mirada puesta en el día a día. Optamos por buscar temas ignorados o temas que, presentados en capítulos y de forma inconexa, no ayudan al lector.

Creemos en el periodismo de investigación y apostamos por profundizar en la información. No se trata solo de descubrir secretos oscuros. El periodismo de investigación debe ayudar a que el ciudadano entienda lo que sucede, y no se quede sólo con saber qué sucede. La investigación, en tiempos donde se presume de transparencia, está más en juntar hechos, datos o cifras para construir una historia coherente. Solo esa mirada de 360 grados a la información puede dar sentido a la realidad.

Y por eso buscamos formas de contar la información. Reportajes y crónicas se acompañan de infografíasfotoreportajescomics periodísticos e ilustraciones que no son decorativos, sino la herramienta adecuada para digerir la información.

Es un proyecto que ya nace con un deseo de aprender. Nos equivocaremos, y pediremos perdón. Pero intentaremos que nuestro crecimiento como revista sea con paso firme, con la certeza de que no hay hipoteca que nos condicione.

Es un reto inmenso, y por eso le pedimos apoyo. Porque nuestro reto es el de los ciudadanos. No existe una revista igual en Canarias. Es una apuesta única que solo tendrá sentido si confluimos con una sociedad que debe entender que el derecho a la información, como cualquier derecho, se exige y se ejerce. Si no lo hacemos, el derecho puede que acabe convertido en un mero producto que se compra y se vende.

Pero, paradójicamente, los derechos se pagan. Ahí están los impuestos con los que queremos contribuir a un estado del bienestar que hoy sufre. Y ahí está el precio que hemos puesto a esta revista. No es gratis. Y si lo fuera, les aconsejaríamos que prestaran mucha atención a su contenido. Detrás de esta revista hay una cantera de periodistas que saben dónde está la clave de esta profesión. Es un proyecto que en los próximos números, que los habrá, tiene la aspiración de llegar a más y más personas. Y eso depende de que ustedes, ciudadanos, nos exijan hacer lo que sabemos y queremos hacer. Somos periodismo.

OpinionesVidas Precarias

Impacto psicológico de la crisis económica

La crisis económica que durante los últimos años afecta a nuestro país no ha pasado desapercibida en el plano psicológico de sus ciudadanos. Sus efectos negativos en la emocionalidad y comportamiento de muchas personas han provocado en algunas ocasiones problemas psicológicos como los trastornos de ansiedad y los trastornos del estado de ánimo, como la depresión.

Leer más
Vidas Precarias

Las cicatrices de la crisis

Los datos más conocidos de la crisis son los que reflejan los empleos destruidos o la tasa de desempleo, pero existen otros que pasan más desapercibidos y que muestran el daño que esta situación ha causado en la salud mental de los españoles.

Leer más
Vidas Precarias

El papel de las instituciones

Las altas cifras de desigualdad y precariedad en Canarias ha hecho que los partidos políticos centren parte de su discurso en controlar esta situación de coyuntura. El Gobierno regional eligió a Santiago Rodríguez como nuevo comisionado de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza, buscando que se dé voz a la realidad por la que pasan miles de ciudadanos del archipiélago.

Leer más
Vidas Precarias

Las otras cifras de la economía canaria

El PIB en las Islas Canarias aumentó un 3,8% en el último trimestre de 2016. Todos los sectores económicos registraron crecimientos: el primario subió un 4’7% en comparación al año anterior; el sector servicios creció en un 3’9%; y la industria y la construcción prosperaron en un 2’7%.

Leer más
Vidas Precarias

Adiós al Estado del Bienestar

La pobreza es uno de los problemas más trascendentes del archipiélago. Mientras las cifras parecen mostrar el aumento de brotes verdes en la economía, la realidad a pie de calle revela un nuevo paradigma en el que la desigualdad y la precariedad laboral son protagonistas. Frente a esto, el poder político reconoce la delicada situación que atraviesan las Islas a la vez que destina parte de sus presupuestos a unas ayudas sociales cada vez más solicitadas. Sin embargo, estos esfuerzos administrativos parecen no ser suficientes para frenar las carencias de los ciudadanos, cuyas necesidades básicas se ven cubiertas por organizaciones no gubernamentales y asociaciones fundamentadas en el voluntariado y la solidaridad que ejerce la población. La crisis, por su parte, no incide solo en el ámbito financiero y gubernamental. La salud mental de las personas se sitúa como una de las grandes consecuencias de la insegura coyuntura actual, que genera el auge de los trastornos depresivos y adaptativos en Canarias.

Leer más