Historias

Sin noticias de África

Por: Natalia González, Laura Martín, Cristina Magdaleno, Elena Torrent e Isabel Obama

    *Reportaje publicado en 2017*

 

1.200 millones de personas conviven en un continente diverso, plural y, aunque a veces se percibe lo contrario, rico. La opinión pública concibe África como un lugar lleno de conflictos que no se acaban de resolver, expoliado por las grandes potencias y plagado de crisis humanitarias a las que Occidente le gira la cara. Canarias, por su cercanía, mantiene vínculos económicos, culturales y educativos que bregan con el silencio mediático a la que está sometida la actualidad africana.

 

La costa noroccidental de África está situada a 95 kilómetros de Canarias. Territorios conectados por vuelos directos y alejados por la incomunicación mediática. Un continente vecino pero desconocido, considerado en ocasiones un cajón de sastre en el que se aglomeran catástrofes, guerras, epidemias, terrorismo y dictaduras. Conceptos que se repiten en los medios, arrastrando la imagen de una vieja África que, en silencio, alza su voz.

El continente se configura como la cuna de la humanidad y donde culminó la evolución humana. Aquí se hallaron los restos más antiguos de nuestros antepasados y, concretamente, en Etiopía, se encontraron dos fósiles del Homo sapiens antiguo. Pero el presente ya es otra historia, con un futuro condicionado por las decisiones de Occidente.

 

La deuda, el lastre del crecimiento

La Conferencia de Berlín (1884-1885), que reunió a las potencias mundiales para organizar la expansión colonial por África, fue el germen de la dependencia continental respecto a Europa. Los recursos y la producción dejaron de pertenecer a sus pueblos, en especial, a partir de la I Guerra Mundial. En ella, las diferentes colonias tuvieron que intervenir en defensa de la metrópoli correspondiente, lo que trajo consigo importantes consecuencias para el continente: la reducción de las materias primas, el retroceso del comercio, la paralización del desarrollo, una mayor intervención de la metrópoli y el encarecimiento de las importaciones, dando lugar al incremento de la deuda externa.

En los últimos años, los organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han establecido acuerdos para condonar la deuda de gran parte de estos países. Pablo Martín Carbajal, director general de Asuntos Económicos con África del Gobierno de Canarias, afirma que “la deuda afecta, aunque los programas de conversión y condonación la han bajado bastante y muchos países están más aliviados. Si bien es cierto que otros, como Mauritania, siguen muy endeudados”.

Martín Carbajal también es consejero delegado de Proexca, una empresa pública adscrita a la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno autonómico que persigue la internacionalización empresarial de las Islas y la atracción de inversiones hacia el Archipiélago. Este organismo mantiene vínculos estratégicos con Marruecos, Cabo Verde, Mauritania y Senegal por su mayor proximidad y la conexión aérea directa.

“Las inversiones de empresas canarias allí sigue siendo de unas 100 o 120 empresas. Crece un poco, pero no ha dado un repunte importante en los últimos años”. Pablo Martín Carbajal

Alfredo León, encargado de la división de Formación e Información del organismo, añade que el perfil de las empresas que se instalan en África se corresponde con el sector terciario o de servicios. “Los países también necesitan infraestructuras, entonces piden financiación a otros a través de organismos multilaterales. Diferentes equipos se presentan a concurso y se atribuyen los proyectos en función de la calidad y el precio que ofrezcan los participantes”, comenta León.

Según Martín Carbajal, la situación actual del mercado Canarias – África se mantiene constante en cuanto al nivel de exportaciones. En el organismo se regula principalmente la exportación de productos como el vino o el tomate, que alcanza niveles superiores a los referidos a la importación. “También las inversiones de empresas canarias allí sigue siendo de unas 100 o 120 empresas. Crece un poco, pero no ha dado un repunte importante en los últimos años”, cuenta el director general. Esto se debe a la carencia industrial del Archipiélago y a su pequeño mercado local, lo que dificulta su internacionalización por los mayores costes que implica.

 

Lazos políticos que se reinventan

Uno de los principales objetivos del archipiélago canario es convertirse en un puente entre distintos continentes. También para África. Y es que, en los últimos años, el Gobierno de Canarias ha establecido como prioridad la creación de un marco de relaciones con la zona occidental de este territorio, con Mauritania, Marruecos, Senegal, Guinea o Mali, clasificados como países que se encuentran en fase de salida del subdesarrollo.

A principios de 2017 el Gobierno español aceptó recuperar la política africana que existía años atrás: el Plan África. Se trata de una iniciativa que permite elaborar propuestas y lograr acuerdos en la Cumbre España-África, la cual tiene prevista su celebración en diciembre. Desde Canarias, el presidente Fernando Clavijo trabaja para hacer visible la importancia de las islas como plataforma de cooperación, así como pedir un papel relevante para esta nueva política exterior española.

Para Serge Ibáñez, cónsul de Malí en Tenerife, las relaciones existentes entre el país africano al que representa y Canarias son positivas. Recalca las continuas visitas del embajador en España al archipiélago, lo cual significa que “estamos en un momento en el que se están estrechando las relaciones para poder desarrollar más proyectos”. Lo mismo sucede con Marruecos, Mauritania, Senegal y Cabo Verde; que establecen una conexión aérea directa esencial para mantener lazos. Martín Carbajal alude a que desde el Gobierno de Canarias y Proexca se trabaja con ellos en ámbitos como la promoción empresarial, la utilización de las islas como nexo hacia el continente africano y programas de cooperación “que tienen que ver con aspectos como la I+D+i o el medio ambiente”.

Paradójicamente la llegada de las primeras pateras con inmigrantes africanos a las islas, hace ya más de dos décadas, produjo el impacto necesario para originar el comienzo de las relaciones con dicho continente. Geográficamente está alejado por apenas unas 55 millas de distancia, lo que equivale a menos de 90 kilómetros. Los primeros planes de acción que surgieron se remiten a ámbitos económicos y sociales, especialmente con los gobiernos de Mauritania, Senegal, Marruecos y Cabo Verde. Canarias podría afrontar con éxito una red comercial y logística con África, pero la estrategia y los recursos deberían ser suficientes y adecuados.

 

Alfredo Cáliz
José Naranjo en uno de sus reportajes / Alfredo Cáliz

 

Ahí reside la importancia de una estrecha colaboración de las políticas exteriores del gobierno español con el archipiélago. El Ministerio de Asuntos Exteriores diseñó la política española que iba más allá de los viejos asentamientos coloniales, entendiendo el importante papel que podía jugar Canarias. También se creó Casa África, una institución que parte de un modelo de política exterior que apuesta por la diplomacia pública a través de una Red de Casas hermanas, cada una dedicada a una zona geográfica concreta. Todo ello cambió los parámetros en los que se movía la relación España-África en general.

Casa África ejerce la diplomacia pública, pero también la económica, la cultural y la digital, sirviendo de escaparate para que Canarias y España se ofrezcan como puente al resto del mundo respecto al continente africano. “Sabemos que no es sólo el continente del futuro, también del presente inmediato; es el continente con el que queremos crecer y prosperar, mano con mano”, afirma Ángeles Jurado, responsable de comunicación de Casa África.

En España “los afrodescendientes se encuentran con barreras para participar en la política”.Marcos Suka 

Sin embargo, existe también otra visión. Así lo ha demostrado Marcos Suka, coordinador del grupo afrosocialista del PSOE. Para él, estas relaciones entre España y África “son casi inexistentes”. Su afirmación se basa en que el vínculo se da a nivel europeo y en aspectos de diplomacia, algo que, desde el punto de vista de su partido, no es suficiente. “Si el PSOE gobernase en España cambiaría las políticas sobre inmigración, eliminaría los Centros de Internamiento de Extranjeros y reformaría la Ley de Extranjería”, apunta Suka. Incluso señala que el problema de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla se mejoraría con la llegada del PSOE.

Suka hace especial hincapié en el hecho de que el PSOE sea el único partido en el que se desarrolla una corriente afro: “Los afrodescendientes se encuentran barreras para participar en la política”. Esto, unido a un existente desinterés por parte de la comunidad africana por la política en España, da resultado a su casi inexistente representación en las instituciones públicas.

 

41 años de conflicto olvidado

“Desgraciadamente, ahora mismo hay un apagón informativo muy grande. Marruecos ha comprado voces y voluntades. Tiene comprado el sistema. Incluso al presidente de Canarias, que visitará Marruecos próximamente, lo que es una sorpresa porque se había manifestado a favor de nuestra causa en numerosas ocasiones”. Quien así habla es Sukeina Ndiaye, presidenta de la Comunidad Saharaui en Tenerife y una de las voces que cuestiona la poca atención mediática al conflicto y la política del actual Gobierno canario. Su presidente, Fernando Clavijo, ha sido sin embargo crítico con la situación en la zona: “nos preocupa mucho que se violen los derechos humanos tan cerca de nuestras costas y entendemos que la ONU tiene que intervenir de una manera ya determinante”.

El actual incremento de tensión entre Marruecos y el Frente Polisario se produce 41 años después del comienzo del conflicto. El Sáhara Occidental, frente a las cosas canarias, lleva inmerso en un proceso de descolonización desde los años 70, cuando España se retiró de su colonia y Marruecos y Mauritania ocuparon el territorio. Tras más de una década de guerra, la ONU puso en marcha la Minurso en 1991, una misión cuyo objetivo principal es celebrar un referéndum para decidir el destino de una región que hoy depende del Gobierno de Rabat.

Según el cónsul marroquí en Canarias, Ahmed Moussa, “acordar una amplia autonomía para el Sáhara es lo máximo que Marruecos puede ofrecer.” En una entrevista en La Provincia en 2014 se reafirmaba en la negativa marroquí a la autodeterminación defendida por el Frente Polisario. Mauritania gobierna en la ciudad de Guerguerat y otras zonas cercanas en la Península de Cabo Blanco; el Frente Polisario administra la zona este de la RASD, República Árabe Saharui Democrática, reconocida por 82 países.

Mientras tanto, Canarias mantiene una especial sensibilidad con la zona, dada su proximidad geográfica y los lazos históricos que las unen. Y también una relación comercial, que según el consejero canario de Economía, Pedro Ortega, se reforzará con la apertura del puerto de Tarfaya y su conexión con Fuerteventura, al “ampliar las oportunidades de negocio en el área de la logística y contribuyendo a estrechar los lazos comerciales no solo con Marruecos, sino también con otros próximos como Senegal”.

 

Proximidad educativa

La colaboración entre Canarias y África en materia educativa se enfrenta también a los tópicos preconcebidos sobre el continente, aunque desde los organismos públicos y educativos tratan de luchar contra ellos. Carmen Rodríguez Wangüemert es coordinadora de Calima, una red de investigadores que, desde 2009, desarrolla proyectos colaborativos entre instituciones universitarias canarias y africanas. La profesora muestra mucho interés en matizar que la colaboración entre la Universidad de La Laguna y las universidades africanas “es una relación interpares, entre iguales. No somos una ONG ni nos aproximamos a África desde una visión solidaria. No concebimos nuestras relaciones desde una perspectiva humanitaria”.

En los últimos años, las relaciones educativas con el continente africano se han enfocado principalmente en el ámbito universitario. La creación del Campus África en 2014 consolidó el deseo de orientar parte de la actividad universitaria hacia los países del África occidental como Marruecos o Cabo Verde.

Sin embargo, también hay iniciativas como la Red Canaria de Escuelas Solidarias, cuyo trabajo colaborativo con colegios e institutos de Senegal o Gabón se enfoca hacia centros canarios de enseñanza primaria y secundaria. Desde esta Red se han promovido varios intercambios culturales de estudiantes tinerfeños con países africanos o el envío de cartas entre alumnos canarios y senegaleses que ayudan a fortalecer vínculos entre los jóvenes.

Por otro lado, la necesidad de impartir formación académica especializada en las relaciones sociales, culturales y político-económicas con África impulsó la creación del Máster en Relaciones Hispano Africanas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en 2014. Desde el Vicerrectorado de Internacionalización de la Universidad de La Laguna (ULL) se están tomando nuevas iniciativas con la intención de acercar el Archipiélago y el continente africano: “Contamos con becas africanas del programa Erasmus Plus con Senegal y Cabo Verde, que son una novedad este año”.

La vicerrectora de Internacionalización de la ULL, María del Carmen Rubio Armendáriz, añade que “actualmente estamos trabajando conjuntamente en unas becas para que estudiantes africanos puedan venir a La Laguna para realizar estudios de máster, financiados por el Gobierno de Canarias”.

Casa África, a pesar de estar centrada en cuestiones diplomáticas y políticas, también se adentra en la formación, con numerosas actividades desde el punto de vista de la educación no formal y de la sensibilización. Según afirman, “hay proyectos educativos que llevan África a la escuela y universidades españolas que apuestan por contenidos africanos. A nuestro nivel, hemos trabajado con una media de 200 actividades anuales en todos los campos, congregando a todo tipo de públicos. Vemos cambios significativos en la forma en que se percibe el continente africano y pensamos que esos cambios vienen de una mayor información, de más conocimiento y más roce”.

Además, en las islas capitalinas se realizan constantes iniciativas que pretenden divulgar y acercar la cultura africana al pueblo canario, apostando por la formación y educación desde la sensibilización para cambiar así la imagen que del continente se tiene en las Islas.

 

Apagón informativo

La presencia de África en los medios de comunicación españoles y canarios ha cambiado durante los últimos años. Compitiendo con informaciones de otros lugares, el territorio ha logrado hacerse un hueco en las páginas de los diarios, en las imágenes televisivas y en las palabras del medio radiofónico. Nicolás Castellano, periodista grancanario de la Cadena SER, considera que “la información sobre África en España es mucho mejor que hace diez o quince años, a pesar de que muchas veces se tire de los tópicos”.

Esta mayor cobertura entra en conflicto con su calidad, ya que en muchas ocasiones el continente se convierte en sinónimo de malas noticias, protagonizadas por sociedades conflictivas, desorganizadas, pobres y carentes de capacidad autónoma. Etiquetas que conforman el envoltorio estigmatizado de una realidad incompleta. “El trato que los periodistas dan a África es estereotipado. Oscila entre el paternalismo, que mantiene en la eterna minoría de edad al africano, y la salvajización de seres humanos cuyas sociedades no han dejado de evolucionar, pese a que siempre sean representadas en el mismo contexto espacio-temporal”, señala Lucía Mbomio, periodista española de origen ecuatoguineano.

“El reto de la siguiente generación de periodistas es conseguir, fuera de la camisa de fuerza de los tópicos, que la realidad africana se cuente en su totalidad”.Nicolás Castellano

Las informaciones comparten algunos trazos que dibujan en los lectores una imagen homogeneizada de los 55 países que conforman el territorio africano. Una idea que no permite distinguir las diferentes realidades de cada uno de los estados, cada uno de ellos condicionado por su historia y sus sistemas políticos, sociales, culturales y económicos. “España no ve Sudamérica como un todo. Sí sucede con África y tiene que ver con el desconocimiento. Es más fácil ponerlo todo bajo la etiqueta ‘África’ y no ir más allá.

Es una cuestión de pereza intelectual y me temo que supera el ámbito de los medios tradicionales”. Además, Castellano añade que uno de los principales motivos es la falta de profesionales sobre el terreno y la ausencia de conocimientos sobre la historia elemental del continente, unido a la precariedad actual de las redacciones.

Ante esto, Txema Santana, corresponsal de El País en Canarias, afirma que “es culpa de la desinformación de la ciudadanía, en general, saber que África no es un país. Es la ignorancia que cabalga libre y desbocada. No todo es culpa de los medios; los lectores, la gente debe tener un compromiso con la información”.

Esta percepción pone de relieve la importancia de la actitud de los receptores ante la cobertura de África, que se convierte en un factor determinante. ¿Qué interesa a los lectores? En esta línea, existe una vertiente de la profesión que se constituye como objeto de debate con frecuencia: el fotoperiodismo. La dictadura de la imagen propia de la sociedad actual explica la importancia que los medios audiovisuales otorgan a los recursos impactantes que captan la atención del espectador.

“La realidad es mucho más dura que una foto, y hay que enseñarla. No podemos obviarlas para seguir aquí con nuestro halo de compasión. La tragedia se tiene que ver, otra cosa es cómo se haga esa fotografía”, opina Castellano.

El periodista de Cadena SER hace una crítica a la sociedad y a la trascendencia que esta da a los sucesos impactantes y espectacularizados. “En el caso de la muerte de los refugiados, llevan más de 30 años muriendo personas intentando llegar a Europa, y solo cuando vemos a un niño en una playa o cuando hay imágenes chocantes, parece que de repente todos nos rasgamos las vestiduras”, asegura.

La proximidad es otro de los ingredientes que debe poseer un suceso para despertar la inquietud del receptor. Castellano señala que el hecho de que haya un occidental inmerso acaba siendo el elemento fundamental para que la cuestión sea o no noticia en España. Pone como ejemplo la epidemia del ébola que en 2014 azotó Guinea, Sierra Leona y Liberia, explicando que no ocupó portadas hasta que una enfermera se contagió en Madrid al atender a un misionero español que había contraído la enfermedad.

“No todo es culpa de los medios. Los lectores deben tener un compromiso con la información”. Txema Santana

En este panorama mediático han surgido en los últimos años vías de comunicación sobre África que guían la alternativa. Es el caso de Wiriko, GuinGuinbali, Afribuku, África no es un país o Planeta Futuro, una sección digital del diario El País dirigida por Lola Huete, en la que se tratan temas de desarrollo humano.

Su plantilla está compuesta por seis redactores fijos en la redacción y decenas de periodistas freelance repartidos por el mundo. Huete comenta que la acogida por parte del público ha sido muy buena y que, aunque no compitan contra otro de tipo de informaciones con contenido viral, tienen bastantes lectores interesados por la sección. “El tratamiento informativo hacia África es malo, pero no tenemos que perder el tiempo en esto, sino buscar soluciones”, asevera.

Castellano declara que es difícil derribar el techo de cristal de los clichés, pero se muestra optimista. “El reto de la siguiente generación de periodistas es conseguir que la realidad africana, fuera de la camisa de fuerza de los tópicos, se cuente en su totalidad. En África hay talento, hay universidades de primer nivel, hay investigadores, hay cultura e innovación, y eso se tiene que reflejar”, añade. Mirar hacia el futuro, para hacer de África un continente visible.    

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