Por: Rita Robaina
Fuentes: Dirección General de Tráfico, Tom Tom Traffic, Gobierno de Canarias Cabildo de Tenerife, Observatio Nacional de Sostenibilidad, Presupuestos Generales del Estado
Por las distintas vías de las islas circulan 1.465.248 coches para 2.102.000 de habitantes, una media de 692 vehículos por cada 1.000 habitantes.
Las Palmas de Gran Canaria ya coronaba en 2014 el ranking de ciudades con más tráfico de toda España. El archipiélago maronésico, destino turístico por excelencia, sigue caracterizado por tener una de las mayores densidades de tráfico a nivel mundial, el puesto 155 de 390 localidades registradas, por delante de Madrid o Barcelona.
La cantidad de automóviles dista de las 5.415 guaguas de las que disponen los canarios. Pese a la construcción del tranvía de Tenerife hace más de diez años y el fomento de abonos para uso del transporte público, Santa Cruz de Tenerife se presenta como una de las ciudades más motorizadas del archipiélago.

El Gobierno de Canarias presupuesto en 2017 en torno a los 26.000.000 de euros en transporte público, cifra a la que hay que sumarle las subvenciones de los distintos cabildos.
Haciendo una comparativa con Madrid, el abono mensual de transporte público le cuesta 20 euros a los menores de 30 años mientras que en Tenerife el valor se eleva hasta los 35 euros.
La solución inmediata de las instituciones insulares para aligerar el tráfico pasa por la ampliación, rehabilitación y mejora de las vías. El problema es el efecto que tiene en el bolsillo de los canarios, sobrecoges en carreteras que ya sumaban los 330 millones de euros en 2014.

Solo en la capital de Tenerife, su ayuntamiento y el Cabildo insular realizaron una inversión directa de 650.000 euros, que en conjunto con otras obras hicieron desembolsar más de dos millones de euros en 2018.
Ya sea por el poco atractivo de los precios del abono, o por la comodidad, los habitantes de Canarias prefieren utilizar el coche. Tanto es así que las personas que intentan acceder a Santa Cruz de Tenerife pierden una media de 22 minutos diarios, un total de 85 horas al año culpa de los atascos.

Las Palmas de Gran Canaria no se queda atrás: es la tercera ciudad con más atascos del país, los niveles de congestión llegan al 27%.
El petróleo es la piedra angular que hace posible la magia del automovilismo. Es la materia prima que calza de ruedas a los coches, les dota de energía y asfalto sobre el que moverse.

De las 3.358.818 de toneladas de petróleo que consume Canarias, el 31,43% es utilizado como combustible para el transporte terrestre.
La alternativa futura se plantea en torno a los coches eléctricos , no contaminantes de forma directa. Tanto es el fervor por cambiar el modelo energético que desde el Ayuntamiento de La Laguna son bonificados este tipo de autos. Incluso desde el Gobierno de España se alienta a la compra de coches eléctricos con el Plan MOVEA
La disyuntiva se centra en la necesidad del uso del petróleo para producir la energía que precisa: el coche eléctrico contamina casi tanto como los convencionales, al menos en el archipiélago.
Coches, motocicletas, camiones y guaguas contaminan desde que salen de la fábrica hasta que dejan de ser útiles. Al deterioro del medioambiente por CO2 debe añadirse del motor, las baterias y el resto de piezas predestinadas a formar parte de la chatarra.
Un total de 32.390 vehículos motorizados se dieron de baja en 2016 en las islas, ahora acumulados en los desguaces y Centros Autorizados de tratamiento de vehículos. fuera de uso (CAT).

Pese a que las vías sean más grandes y estén más iluminadas, la saturación es un problema medioambiental que tiene como consecuencia la contaminación del aire por dióxido de carbono (CO2).
Canarias emite al año alrededor de 1.760 toneladas de CO2 por hectárea, gracias al uso de combustibles fósiles.