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Precariedad en el motor de la economía canaria

Por: Janire Alfaya

       

El sector servicios llega al ecuador de 2017 consolidando su jerarquía dentro de la economía canaria y con el turismo convertido en la lanzadera del empleo. Los hoteleros obtuvieron el mayor crecimiento de contrataciones desde 2011, con un aumento interanual del 7%. Se trata de una consecuencia originada por los más de 3.661.245 de personas que han visitado las Islas en lo que va de temporada, gastando un promedio de 141 euros por persona al día. Estos datos expuestos por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife manifiestan la buena salud del turismo, que en 2015 supuso casi el 38% del PIB regional.

Dentro del optimismo de este panorama emerge la cara B del sector. Gladys Medina, delegada sindical de Comisiones Obreras (CCOO) y camarera de piso, denuncia la precaria situación de la ocupación laboral: “los trabajadores nos cuentan que las jornadas de 8 horas están desapareciendo y, por supuesto, esas horas extras no se pagan”. Además, tal y como afirma, el convenio de hostelería obliga a las empresas a mantener, al menos, al 60% de las plantillas de manera fija. “En algunos establecimientos esto no se da así”, aclara. Los contratos turísticos en Canarias alcanzaron en 2016 el 60,53% de empleos indefinidos, mientras que los temporales se dispararon hasta el 39,47%, conforme apuntan las cifras de la Encuesta de la Población Activa.

Por su parte, los sueldos de esta actividad puntera se posicionaron como los más bajos, a nivel nacional, en 2016. Estos descendieron hasta los 1.590 euros de media (9 euros menos que en 2011) y se quedaron 308 euros por debajo de las retribuciones industriales, según un informe de la consultora Adecco basada en los estudios del INE. Julio Gutiérrez, periodista económico del diario La Provincia, asevera que “la precariedad está en su momento más alto, estamos saliendo de una crisis terrible y hay demasiada gente en la calle que se ve obligada a dejarse explotar para poder comer”.

La desigualdad en los puestos laborales se suma a la artificial comodidad del mundo desarrollado. CCOO, declara Medina, ha denunciado a 4 hoteles donde los pluses de productividad no resultan igualitarios. “En un mismo grupo, hemos llegado a encontrar empleados que ganan 450 euros extra y otros que ganan 19”, revela. Asimismo, añade que, en cuanto a los camareros de piso, “se paga por producción, no por salario, lo que está derivando en que seamos personal de usar y tirar”.

Ante esta situación, la capacidad de protesta se ve limitada por el miedo y la necesidad. Vanesa (nombre ficticio), que ejerce este oficio en Lanzarote, describe su día a día en la empresa destacando el ambiente negativo entre sus compañeros y el trato de favor que se ejerce sobre algunos componentes de la plantilla. “En el trabajo, como está hoy, tenemos que aguantar lo que venga, y más cuando hay niños por medio. La gobernanta del hotel, que es nuestro enlace sindical, tampoco resuelve los problemas existentes porque tiene miedo al jefe”.

No obstante, Vanesa pone de manifiesto los avances que el sector ha logrado en los últimos tiempos: “Antes nos encargábamos de más de 20 apartamentos al día, y ahora limpiamos en torno a 15, salidas a parte”. Esta reducción de carga laboral es fruto del refuerzo que ha recibido la vertiente inspectora, que suma a sus listas 30 titulares más en Canarias. La representante de Comisiones Obreras sostiene que se han conseguido abolir 41 convenios a nivel nacional para que los camareros de piso no sean contratados por compañías multiservicio, sino por los propios establecimientos en los que desarrollan su labor. Esta contra a la externalización permite aminorar el volumen de tareas a realizar en cada jornada y mantener unos sueldos estables.

La posición en la que se encuentra inmerso el sector servicios en el Archipiélago presenta una dualidad entre los agentes que lo alzan: o cómo las actividades que más riqueza producen presentan un deterioro de tal calibre en el estado del empleo. Gustavo Santana, secretario general de UGT en Canarias, explica que “lo que sucede en Canarias es que se ha transitado, para ofertar y para tener mayor beneficio, lo que yo llamo el turismo industrial, en lugar de lo que era turismo de calidad”. Igualmente, asegura que esto influye en todos los aspectos profesionales y apunta a que “o se derogan las dos reformas laborales, se modifica la ley de mutuas, se invierte mayor cantidad de dinero en materia preventiva y salud, o esta situación se puede cronificar”.

Por su parte, Gladys Medina se muestra de acuerdo con el impacto negativo que ha tenido la reforma laboral. Argumenta así que “ha sido diseñada estratégicamente para que, tanto los sindicatos como los trabajadores, tengamos mucho que perder si nos rebelamos contra la situación”. Sin embargo, alienta a la transformación; al cambio burocrático a la vez que se desarrolla la participación ciudadana y la movilización contra una precariedad que hace que el equilibrio social se tambalee.

 

Consulta el reportaje completo Adiós al Estado de Bienestar 

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