La visión de las personas con discapacidad, aunque ha mejorado, sigue siendo falseada. Dejando ver que son seres indefensos que necesitan ayuda. Además los largometrajes en los que están presentes son escasos.
El buen periodismo debe dar voz al que no la tiene. Debe pisar la calle, adentrarse en los barrios para dar a conocer su situación. Solo así habrá periodismo, libertad.
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