Reportajes

Cuando el emisario suena, vertido lleva

Marco Trujillo

Miércoles, 28 de junio del 2022. Pleno verano. Selena mueve una pequeña manivela que hace subir una persiana metálica. Entre el sonido de gaviotas y algún rayo de sol esporádico, coloca cojines en una terraza preparada para recibir a decenas de clientes. Ya son las 12 de la mañana y todavía no ha servido nada. Saluda al barrendero y a las pocas personas que pasean por la zona. 

A escasos metros de la Playa Charco de Añaza y en una de las costas más bonitas de Tenerife, la estampa es deprimente. Aparcamientos vacíos, piscinas cerradas y apartamentos sin maletas en la entrada. Trabajadora en un chiringuito, Selena recuerda que antes esta zona era muy frecuentada por residentes y turistas que querían disfrutar de «charcos maravillosos». Con un tono melancólico y entristecida, afirma que «la gente cada vez se baña menos por estas zonas cuando ya se enteran de lo que hay». 

A la derecha de las piscinas de Los Silos, en un pequeño muelle, veo una mancha marrón en el agua como la que me hizo referencia Selena hace pocos minutos. A mi espalda, un hombre de mediana edad con cholas y toalla también mira la espuma. Hoy no se bañará, se marchará tras verme sacar fotos. Subo de nuevo a la zona de aparcamientos camino hacia la playa.

Dos chicas, de rasgos nórdicos, se acercan al agua y se sacan un selfie. Huele y fuerte, no so soy capaz de identificar de donde produce el hedor. Hay un túnel del que sale un tubo pequeño de color negro con una raya azul. Lo sigo a través de las piedras tratando de encontrar su final. Para mi sorpresa, el conducto acaba pronto detrás de unos pedruscos amontonados que parecen puestos para ocultarlo. Algo inútil porque la manguera es lo más visible en el túnel. Saco fotos. 

A finales de abril se produjo una filtración de aguas residuales en esta zona / Foto: Marco Trujillo
A finales de abril se produjo una filtración de aguas residuales en esta zona / Foto: Marco Trujillo

Me acerco a la zona de charcos, donde los cangrejos se alejan asustados por mi sombra y la brisa choca con las rocas desgastadas. Apoyados en un muro falto de pintura, dos hombres hablan: 

—Esto debería ser todo de arena, que traigan en camiones, ¿o no?— insinúa el más joven. 

—Eso lo dices tú. Yo prefiero las piedritas. Te tiras ahí, te das un bañito y con las mismas piedras te secas— dice orgulloso tras encenderse un cigarrillo el segundo de ellos. 

Entre tanto, se dan media vuelta y tras guardar el mechero, el mayor de los dos, con camisa blanca y bermudas, menciona que ya «no se puede ni bañar uno aquí». Se suben en una furgoneta de color azul y blanco, algo que me llama la atención. Me fijo mejor, identifico el escudo desgastado del Ayuntamiento de Los Silos en su lateral. 

El litoral silense empeora anta la decepción de la población y la falta de entendimiento de gobiernos insulares y locales. Mientras no se ponen de acuerdo, el emisario submarino de Los Silos sigue vertiendo aguas residuales sin el tratamiento adecuado. 

Décadas de contaminación 

La Comarca de la Isla Baja, conformada por los municipios de Garachico, Buenavista, El Tanque y Los Silos, es ofertada en la web promocional de Tenerife como un lugar donde disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Sin embargo, en una costa de apenas veinte kilómetros, son dieciocho los vertidos que se acumulan según el último censo elaborado por la Dirección General de Lucha contra el Cambio Climático y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias en 2021. 

En los años 80, el tratamiento del agua era casi inexistente. Los pozos de vertidos se apropiaron de las casas y las depuradoras de aguas residuales hacían una labor muy primaria. Daniel Pinelo, periodista que lleva cubriendo la problemática de los vertidos durante más de cinco años en Daute Digital, alega que en esa época se le “quitaba el lodo y el resto se vertía sin control».

En 2022, y sin ser muy optimista, cualquier ciudadano del noroeste de Tenerife hubiese esperado que este tratamiento evolucionase. Nada más alejado de la realidad. Buenavista del Norte sigue contaminando el suelo, Garachico envía sus aguas residuales a Los Silos y estos últimos vienen al mar entre roturas del emisario, banderas negras y zonas de baño cerradas. 

Situación de los vertidos en la Isla Baja en 2021 según GRAFCAN / Diagrama: Marco Trujillo
Situación de los vertidos en la Isla Baja en 2021 según GRAFCAN / Diagrama: Marco Trujillo

Cronología de un acuerdo 

Cronología del convenio entre Garachicho y Los Silos / Infografía: Marco Trujillo
Cronología del convenio entre Garachicho y Los Silos / Infografía: Marco Trujillo

Según Pinelo, la polémica salta en 2017 “cuando el Cabildo tinerfeño plantea el Segundo Ciclo del Plan Hidrológico Insular (PHI). El documento representa la herramienta básica de planificación hidrológica de toda la isla. En él se recogen normas de calidad, inventarios de infraestructuras, masas de aguas subterráneas, planificaciones futuras, etc. En el PHI se presenta el proyecto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) comarcal de la Isla Baja. Presupuestado en 13.541.000€ y con el objetivo de recoger todas las aguas sucias de Garachico, Los Silos y Buenavista, el plan sale adelante con el apoyo de los tres consistorios. 

En 2021, la ciudadanía se opone a ellos y la Plataforma Los Silos – Isla Baja emerge consiguiendo manifestaciones multitudinarios por la comarca. El Ayuntamiento decide oponerse al convenio ante la presión popular. En la crónica de una muerte anunciada, y ante la posibilidad de prevaricar, Fuentes suscribe el acuerdo en diciembre del pasado año y Garachico comienza a verter a través de Los Silos. 

Los Silos, indecisión continua 

Macu León, portavoz del Grupo Socialista en Los Silos, afirma que en 2020 su partido presentó una moción para que hubiese una modificación presupuestaria y se crease un proyecto de viabilidad que apostase por la depuración natural: “Recibimos el voto en contra de CC y Partido Popular (PP) porque dicen que ya lo estaban realizando. Hoy en día, en 2022, no existe tal proyecto y nos encontramos con una firma del convenio Garachico — Los Silos de manera poco transparente”. 

No obstante, le pregunto cómo es posible que paralizasen las obras de conexión entre localidades cuando tenían la alcaldía silense y en la Administración insular gobernaba CC, y ahora que el PSOE dirige la gestión insular, sean los propios socialistas los que presionen para firmar el convenio, “No te niego que hemos tenido posturas diferentes entre mi grupo municipal y el Cabildo. También le he dicha al consejero que si yo hubiese sido alcaldesa de Los Silos tendría claro que hubiese planteado el proyecto de depuración natural. Yo respeto que tengan esa idea insular, más general, más efectiva, más rápida, pero no debemos perder el hilo que cada municipio tiene la potestad de decidir cómo quiere desarrollarse», sentencia León.

Trato de contactar con el Ayuntamiento de Los Silos. Escribo un email a la concejala de Aguas María Pérez, quien me aconseja que hable con Antonio Rodríguez, concejal de Medio Ambiente, el cuál me sugiere que es mejor que contacte con la alcaldesa. Tras varios días de escribir mensajes por WhatsApp a Macarena Fuentes, me dice que le envíe las preguntas por escrito y que las contestará con «la mayor brevedad posible», Todavía no he recibido ninguna respuesta.

La Plataforma Los Silos - Isla Baja cuenta con el apoyo de gran parte de la población local / Foto: Marco Trujillo
La Plataforma Los Silos – Isla Baja cuenta con el apoyo de gran parte de la población local / Foto: Marco Trujillo

Basta con recorrer la carretera general TR-42 para ver numerosa cartelería que protesta contra el plan comarcal de tratamiento de aguas residuales. Dentro del pueblo, no solo son las pancartas las que muestran su descontento, los vecinos también. “Ellos — refiriéndose al grupo de Gobierno conformado por CC y PP- estaban de acuerdo con la depuración natural. Al final no he entendido muy bien porque Macarena firmó sí estaba en contra de eso antes de las elecciones”, menciona decepcionada.

Y, dueña de un local cercano al ayuntamiento. Mientras sigue limpiando su escaparate, eleva el tono de voz y me asegura que “el emisario no soporta ahora tanta basura que está entrando por ahí. De hecho, ya han venido dos cubas porque no hay capacidad”.

Con la misma decepción se expresa Zenaida, vecina de la zona: “El Ayuntamiento afirma que el convenio es temporal, que antes se vertía mal, dicen ellos, y ahora se vierte bien”. Le mencionó la posibilidad de que el CIATF presionase a Los Silos para firmar el convenio. Deja el móvil en la mesa con cuidado, se acerca y me sugiere que “algo le tuvieron que haber dicho desde allá -aludiendo al CIATF- para que firmara.

La alcaldesa cedió a las presiones”, sentencia. Cuando ya me estoy marchando, trato de entrevistar a un hombre que espera sentado en un banco. “Ahora no puedo, mi niño. Viene mí hija ya. Pero pregunta por aquí – señalando la calle principal de la localidad – toda esta gente está cansada ya de que no hagan nada”, me dice. No pregunto más, con eso me basta para entender la insatisfacción de los habitantes de Los Silos con las administraciones públicas.

Buenavista del norte, depuración natural proyectada 

Buenavista del Norte fue el primer municipio que se opuso a la EDAR comarcal de la Isla Baja. Sí se puede Buenavista consiguió desde la oposición un pacto institucional para evitar que la EDAR se colocase en el barrio de Las Canteras. Ahora, Sí se puede gobierna en el municipio buenavistero y Vanesa Martín es concejala de Obras y Servicios.

El Ayuntamiento se opone al proyecto del Cabildo y, a diferencia de Los Silos, ya tiene planteado un programa de infraestructuras de depuración natural. “La contrapropuesta del Ayuntamiento de Buenavista es un sistema de depuradoras naturales”, dice la concejala. De estas seis depuradoras extensivas, dos, las de Teno Alto y El Palmar, serían nuevas. En las otras cuatro se reconventirían las estructuras existentes, lo que supondría un gran ahorro económico comparado con el sistema comarcal. 

Martín añade que este tipo de tratamiento del Aague no tiene mantenimiento: “Se le ha dicho en varias ocasiones al Consejo Insular de Aguas que su presupuesto no incluye el mantenimiento de un sistema basado en impulsar el agua con motores eléctricos al precio que tenemos la luz hoy en día”.

Además de concejala, Vanesa Martín es miembro del Consejo insular de Aguas. Menciona que las políticas de gestión del organismo son «un tanto anticuadas” y recrimina la falta de innovación y valentía para utilizar Tenerife como “laboratorio de Sistemas de depuración extensivos”. El Consistorio mantiene disputa judicial con el CIATF por las sanciones de los últimos a la EDAR de Los Barqueros. En el expediente sancionador se menciona que el Organismo Autónomo no tenía conocimiento de esta instalación. 

Una depuradora «construida por el Gobierno de Canarias en los años BO y que aparece en el PHI de 2017, cómo es esto posible», se pregunta la representante de la Isla Baja en los plenos de la Administración Hidráulica Insular. La edil buenavistera afirma que se han sentido presionados desde el Consejo: «El propio informe cuenta con partes más que curiosas. Es un método más para forzarnos». 

También comenta que hay otras formas de intimidación del CIATF sobre su municipio: «Dentro del rompecabezas para la depuradora comercial, teníamos que hacer una obra en la depuradora de los Barqueros, a la cual nos hemos negado porque no queremos seguir poniendo piezas de una mega infraestructura. Al negarnos, no nos dejan invertir ese dinero, que es del Cabildo, en reconvertir la depuradora a una natural. Nos impiden realizar acciones contrarias».  

¿En qué consiste la depuración natural? 
La depuración natural se realiza mediante el uso de técnicas para eliminar materiales contaminantes de aguas residuales a través del medio natural. La depuración natural, también denominada extensiva, apenas necesita energía, se implanta en núcleos poblacionales evitando grandes construcciones y permite la creación de una economía circular. A pesar de sus grandes beneficios, esta forma de tratamiento del agua necesita terrenos amplios, no genera mucha cantidad de agua reutilizable, no se puede usar en grandes núcleos urbanos y se limita el tipo de vertido a aguas sin componentes industriales.

Garachico, lo que digan los técnicos 

Aparco en el antiguo campo de fútbol de Garachico, reconvertido en aparcamientos para turistas y residentes. Hoy es temprano, está casi vacío. Pongo rumbo hacia el ayuntamiento. No lo niego, me pierdo. Después de un buen rato, me acerco extrañado a una puerta con un cartel que pone «Servicios Sociales Comarcales”. Me adentro en una casa típica canaria, con un gran patio interior y puertas de espléndida madera. Observo que el Área de Saneamiento y Aguas está en la planta superior, Me presento y pregunto si el concejal José Elvis de León está disponible. Una mujer levanta la mirada y me comunica que está de vacaciones: «Hasta el lunes 4 no viene”. Dejo mi número de contacto para que me llame cuando se incorpore. 

El día 4 de junio y mientras redacto este mismo reportaje, José Elvis de León se pone en contacto conmigo. Transmite que la primera intención de Garachico es la de manipular sus aguas negras en el propio municipio, pero que desde el CIATF no se les ha permitido. Agrega que nunca han querido generar un conflicto con Los Silos. Garachico fue incluido en la lista de los Pueblos más Bonitos de España en 2021.

Eso en la superficie, bajo las calles empedradas y su hermoso paseo marítimo, se esconden multas y vertidos incontrolados de aguas residuales sin tratar. Durante décadas, la villa garachiquense ha expulsado sus aguas negras a través de Barranco Hondo, en el barrio de Las Cruces. Según el Cabildo de Tenerife, las obras para acabar con «uno de los vertidos más dolorosos de la isla» llevaban listas mucho tiempo.

ETBAR de Garachico situada en el barrio de Las Cruces / Foto: Marco Trujillo
ETBAR de Garachico situada en el barrio de Las Cruces / Foto: Marco Trujillo

En este vecindario, visible desde la carretera y entre cañas y vegetación grisácea, está la Estación de Tratamiento y Bombeo de Aguas Residuales de Garachico (ETBAR). La infraestructura forma parte del proyecto comarcal y se encuentra cerca de una playa surfista. Esta zona de baño, de difícil acceso fue adjudicada con bandera negra por Ecologistas en Acción en su informe de 2021. La confederación de más de 300 grupos ecologistas afirma que existe un «grave y persistente» vertido de aguas residuales que han generado «problemas en el medio natural»

En la misma línea se manifiesta Vanesa Martín cuando le pregunto por el convenio de trasvase de aguas: «Al menos ya no se vierte por el barranco de Las Cruces, algo que ha causado un daño medioambiental muy notable en la zona». En la actualidad, Garachico trata de manera primaria sus aguas sucias y las envía a Los Silos por conducciones. De esta manera, el Cabildo y el Consistorio solucionan un problema judicializado y controlan los vertidos, algo que no sucedía hasta 2021. El concejal del Área de aguas sostiene que «la voluntad de Garachico es que las aguas se depuren, nos da igual el sistema. Confiamos en el criterio de los técnicos”. Añade que, tras la firma del convenio, las aguas vertidas de su municipio están mejor tratadas que con anterioridad.

La Plataforma Los Silos – Isla Baja, convencimiento absoluto 

Tras contactar por Facebook, Roberto Hernández, presidente y portavoz de la Plataforma Los Silos — Isla Baja, me concede una entrevista telefónica. Empieza haciendo un resumen del porqué de su oposición a la red de depuración actual. Menciona que tanto la ejecución del sistema como el mantenimiento es cara, contamina y ata a los municipios a contratos de “mantenimientos de más de 50 años».

La asociación, compuesta por vecinos de la comarca de la Isla Baja, demanda gestión razonable y respetuosa de los residuos. Centenares de personas se han sumado con la puesta de carteles en las fachadas de sus casas, compartiendo publicaciones en redes sociales e, inclusive, manifestándose delante del Ayuntamiento de Los Silos paralizando el pueblo durante horas.

Pancarta a favor de la depuración extensible en Los Silos / Foto: Marco Trujillo
Pancarta a favor de la depuración extensible en Los Silos / Foto: Marco Trujillo

Como propulsores de la depuración natural en la zona, Hernández enumera los beneficios de la depuración natural: “emplea energía solar; es mucho más barato; todo es natural; no se produce contaminación; no deja mal olor; y algunas plantas son capaces de eliminar metales pesados”. Después nombra brevemente que es verdad que se necesitaría un área grande, pero que “estaría conformada por jardines ayudando a la economía circular”.

En ningún momento menciona que su propuesta al Cabildo de Tenerife para la depuración natural contaba con 30 depuradoras extensivas. Algo que Javier Rodríguez le parece poco viable: «¿Qué pensarán los vecinos de Isla Baja ante esta propuesta de tener 30 depuradoras en una comercial. Esto no lo han contado. ¿Qué pensarán los agricultores de la Isla Baja cuando no puedan usar agua regenerada? ¿Qué pensarán aquellas personas que vivan en el centro mismo de sus barrios  y tengan que convivir con una depuradora extensiva?». 

Roberto Hernández, presidente de la Plataforma Los Silos – Isla Baja: «Hay intereses privados que no nos gustan nada» 

El presidente de la plataform insiste en la existencia de intereses privados: «Quieren hacer que los ciudadanos paguen el bombeo para llevar aguas residuales hasata una depuradora situada a 200 o 3000 metros de altura. Esto a los grandes propietarios de fincas de plátanos les abarato el coste del agua». 

De implementarse el proyecto recogido en el Segundo Ciclo del PHI, la gestión del sistema caería en manos del CIATF y los tres ayuntamientos locales tendrían que pagar por ese servicio al Organismo Autónomo. Repercutiendo en el bolsillo de los residentes. La crítica al Consejo Insular de Aguas no cesa ahí, desde la plataforma asegura que los beneficios económicos «prevalecen». Menciona que 26 de los 50 miembros que el pleno del Consejo pertenecen «a intereses empresariales privados» y se cuestiona cómo es posible que un organismo asegura que es «extraña» la composición del ente encargado de la gestión de toda el agua en la sila de Tenerife. 

La portavoz del PSOE Los Silos, Macu León, no está de acuerdo con estas declaraciones y afirma que, con el grupo socialista en el Cabildo, «se ha abierto la opción de estudiar la depuración natural en la zona». Piensa que es «bueno que exista” un movimiento ciudadano, pero que no se debe distorsionar la historia. Para ella, contar con todos los factores es muy importante y solicita que no se diga que la EDAR comarcal de la Isla Baja no es viable, «cuando sí lo es». Asimismo, cree que se «quiere montar una trama que no es real». «Si se afirma que puede existir algún tipo de corrupción, se debe denunciar, le haríamos un favor a la democracia”, expone la socialista.

El CIATF, entre el bien y el mal 

El Consejo Insular de Aguas de Tenerife nace en 1992 tras la aprobación de la Ley 12/1990, en julio de 1990, de Aguas y con lo dispuesto en sus Estatutos reguladores. Sería en 1995 cuando el Organismo Autónomo adscrito al Cabildo Insular de Tenerife se hiciese con plenas competencias. Dentro de estas, se pueden encontrar desde la «elaboración de Planes y Actuaciones, el otorgamiento de concesiones o actuar como policía de aguas y cauces”, muestra el CIATF en su página web.

Desde el principio del reportaje, el Cabildo Insular de Tenerife, y su entidad gestora de los recursos hídricos de la Isla, se me presentaron como los malos de la película. Los habitantes de la comarca de la Isla Baja, y hasta los propios ayuntamientos, mencionaban continuamente al Consejo y al Cabildo. Entre afirmaciones sorprendentes, acusaciones de corrupción y reproches al punto de vista insular, empecé a buscar grietas que provocasen un terremoto.

Emocionado y esperando una historia digna de Hollywood, analicé minuciosamente cómo estaba conformado el CIATF. para mi decepción periodística, no encontré nada que me confirmase las declaraciones de Roberto Hernández donde afirma que “ellos lo que quieren es perpetuar la multinacional del agua y lo sabemos porque están las comisiones». 

A pesar de que no haya denuncias por corrupción en la Administración Hidráulica Insular, la forma en la que está compuesta incita a pensar que el delito puede existir. Alejándome de cálculos matemáticos, es el propia Cabildo de Tenerife el que menciona en su página web la “característica más relevante»: “El Consejo Insular de Aguas de Tenerife está participado en un 50% por aquellos sectores privados más estrechamente vinculados con el agua; el otro 50% está integrado por representantes públicos». 

Ante esto, Javier Rodríguez, consejero del Área de Desarrollo Sostenible del Cabildo de Tenerife, cree que el CIATF «debe ser actualizado», pero que tal y como está establecido «existe una variedad de opiniones amplia, lo que enriqeuce los proyectos». También afirma que las acusaciones por «parte de un sector» de la población son infundadas: «En el Consejo hay decenas y decenas de funcionarios, todos ellos son ateos ideológicos». 

El Consejo Insular de Aguas de Tenerife contó con un presupuesto inicial de 39. 734.891,24 euros en 2021. Cinco millones menos que en 2020. / Foto: Marco Trujillo
El Consejo Insular de Aguas de Tenerife contó con un presupuesto inicial de 39. 734.891,24 euros en 2021. Cinco millones menos que en 2020. / Foto: Marco Trujillo

Cuando en 2017 se publica el Segundo Ciclo del PHI, el Cabildo se prestó a que técnicos involucrados en el plan de tratamiento de aguas residuales explicasen cómo funcionaría el sistema. Así me lo asegura Macu León: «Hablamos con el Cabildo para que viniesen a responder las preguntas de nuestros ciudadanos.

Cuando trataban de hablar de la depuración comarcal o de otros métodos que no fuesen de manera natural, se les insultaba. A los técnicos, que son personas muy preparadas y que llegaron a su puesto a través de unas oposiciones”.

Para el Consejo Insular de Aguas es fundamental acabar con los vertidos ilegales en la zona. Rodríguez afirma que necesitan implementar la fase dos del proyecto comercal para que «el medio natural no siga deteriorándose». Además, manifiesta que el debate público se ha visto «pervertido» por favorecer la depuración extensiva. El consejero no descarta la depuración natural en ubicaciones conretas de Isla Baja: «En lugares como Tierra del Trigo, Teno Alto o Los Carrizales sí cabe la depuración extensiva. Creo que el modelo de convivencia de depuración intensiva y depuración natural cabe en la comarca, pero se ha polarizado de tal forma el discurso que al final se han creado dos corrientes antagónicas y no así».

Por otra parte, a Javier Rodríguez le llama la atención que cuando existía el vertido de Las Cruces nadie se manifestó. Sin embargo, cuando se solucionó a través del convenio entre Garachico y Los Silos, el descontento social fue más que evidente. El miembro del Cabildo asevera que «pareciese que la vocación de cierto colectivo no fuese acabar con los vertidos, sino que fuese desarrollar una tecnología de depuración concreta, ¿para qué?, termina preguntando el consejero. 

EDAR comarcal, el quid de la cuestión 

Con el punto de vista de la mayoría de los agentes involucrados, podemos comenzar a analizar el proyecto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de la Isla Baja.

La compleja edificación, con un presupuesto inicial de trece millones y medio de euros, aprovecharía algunas conducciones y colectores por gravedad ya existentes en la zona. No obstante, múltiples estaciones de bombeo, una estación de tratamiento, emisarios terrestres y cientos de metros de conducciones tendrían que ser construidos. 

En primer lugar, hablemos de la EDAR, el elemento principal de todo el sistema. Esta estación de depuración estaría situada en el Complejo Hidráulico de Ravelo. Un recinto situado a más de 170 metros de altura que en la actualidad aglutina la Balsa de Ravelo; la Estación Desalinizadora de Aguas Salobres de la isla Baja; depósitos de Agua bruta, salmuera, agua filtrada, agua producto y Abastecimiento Agrícola; una ETBAR y otras infraestructuras.

Tal y como indica el anexo 1 del ciclo de Planificación Hidrológica 2015 – 2021, esta localización es la más adecuada para la optimización de todo el sistema comarcal. Según este documento la EDAR «se sitúa próxima a la línea de costa y en el entorno cercano al emisario». Con los objetivos de recolectar las aguas residuales de la Isla Baja, depurarlas, regenerarlas y reducir al mínimo los vertidos, el CIATF considera que la tecnología de biorreactores de membrana (M.B.R.) es la apropiada para el noroeste de Tenerife.

Esquema del proyecto de depuración comarcal de la Isla Baja según el PHI / Diagrama: Marco Trujillo
Esquema del proyecto de depuración comarcal de la Isla Baja según el PHI / Diagrama: Marco Trujillo

El segundo elemento clave es el emisario submarino de Los Silos. Una conducción sumergida situada en el Barranco de San Blas y que comienza en la Playa del Charco de la Araña. En 2017, Civil Port Ingenieros, empresa dedicada a todo tipo de obras de ingeniería en el archipiélago, elaboró un estudio para el Gobierno de Canarias.

En él se establece un funcionamiento del tratamiento “precario” y que ha generado en el entorno del emisario «un fondo deteriorado por la presencia de residuos procedentes de los vertidos”. También se valora a la zona de baño como una actividad afectada por la emisión «habitual» de aguas sucias. En ningún momento se menciona que el emisario esté roto o que alguna conducción lo esté, algo que sí se produjo el 27 de abril de 2022. 

Esta fue la última fractura de unas conducciones que ya sufren las consecuencias del convenio Garachico – Los Silos. Desde la Plataforma Los Silos – Isla Baja se asegura que «la presión es demasiada para estas construcciones». Afirmación que no cuenta con ningún informe de expertos en obras hidráulicas.

Sumado al mal estado del entorno natural en el punto de emisión, durante la visita de CivilPort hace cinco años, se informó a la empresa que no se estaba aforando el caudal que transportaba el emisario debido a la rotura del caudalímetro. Medición de la que no se tienen noticias en la actualidad y la cuál es muy importante para valorar la gestión de las aguas residuales.

Complejo Hidráulico de Ravelo / Foto: Marco Trujillo
Complejo Hidráulico de Ravelo / Foto: Marco Trujillo

Las principales ventajas del proyecto comarcal son la gran cantidad de agua que se liberará para el sector primario, limpieza de los pueblos, etc. disminuyendo la presión sobre las galerías, pozos y el acuífero insular. Igualmente, se reduciría el vertido al mar a masas de aguas excedentarias previamente depuradas.

Tampoco se seguiría contaminando el suelo a través de los pozos  de vertidos. Por último, al crear un sistema que integra toda la comarca, se optimiza el coste – eficacia y se tiene una gestión ambiental integral. En cambio, el coste energético de bombear el agua a través de todas las conducciones y la posibilidad de que existan filtraciones por un mal mantenimiento son desventajas más que notables.

La última palabra la tienen los ayuntamientos 

El 2 de abril de 1985 se aprobó la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local. En ella, se establece que serán las autoridades públicas locales las que tengan las competencias de saneamiento. Cada municipio puede decidir qué tipo de tecnología usar, qué proyecto fomentar y cómo se lleva a cabo el proceso de depuración de aguas residuales. Esto también implica que la inversión económica sea exclusivamente municipal si no se llega a un acuerdo con el Ayuntamiento de Buenavista ya ha propuesto un esquema para establecer la depuración extensiva de su localidad. Este plan está aceptado por el PHI. Por otro lado, Los Silos, a pesar de querer implementa la depuración natural, no ha presentado ningún proyecto. 

Cuanto más tiempo pase, peor 

En medio de un debate llevado al barro, de desinformación fácil de desmentir, alegaciones sin fundamentos firmes y un proyecto comarcal mal explicado, el vertido de Los Silos se sigue produciendo. Vida coste y marina, bañistas, negocios locales, turistas y residentes siguen sufriendo ante la inacción de los numerosos gobiernos locales e insulares que, una vez más, dejan claro que el consenso y  la búsqueda de acuerdos no existe en la política española. 

 

 

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